jueves, 19 de mayo de 2011

Los problemas de España.


Pues todos los conocemos:
  • País-record en paro, en todo el mundo, con datos objetivos oficiales.
  • País-record en mala educación, pues cada alumno cuesta más de 7.000 euros/año, que son más de 700 euros durante cada uno de los 10 meses lectivos, y el resultado es de los peores ¡Del Mundo! Según informe Pisa, valoración objetiva. Sólo podemos compararnos con países subsaharianos y muy poco más… no superamos a nadie con nuestro gasto. Voy a escolarizar a mi hija y el sistema público ni da solución para competencias en inglés ni aliento para ello en los próximos 20 años.
  • País-record en despilfarro sanitario. Son 115 euros por ciudadano y mes, dinero suficiente como para pagarte un seguro que te cubra cualquier enfermedad en cualquier médico y hospital del mundo, y todavía te sobra un 40 % para medicinas (sólo gastamos el 24 % en ello). Funcionamos tan mal que mi centro de salud ni siquiera te descuelga el teléfono ni para una cita de la vacunación del niño.
  • País-record en baja productividad, en informes internacionales objetivos, que nos situan con cifras similares a varios países de la África sub-sahariana. Incluso alguno nos supera.
  • País-record en bajos salarios, tanto en puestos básicos como de profesionales cualificados (en cualificados nos supera cualquier país emergente o subdesarrollado).
  • País-record en economía sumergida. Las políticas de subvencionismo del estado “Del Malestar” incitan al ciudadano a cobrar su subsidio, al tiempo que trabaja en negro. Y además se potencia el conformismo y la miserabilidad. España es miserable.
  • País-record en baja calidad de los servicios. Es inaudito, somos el país más turístico del mundo (si consideramos el conjunto de indicadores y su relatividad) y no somos capaces de ofrecer un servicio decente al turista. Estamos muy lejos de América o Asia en esto.
  • País-record en nula orientación al cliente. El ejemplo más claro son los horarios de los comercios, que ni siquiera los abrimos para los turistas que nos visitan. Pero tampoco en servicios complementarios o simple atención. Estamos orientados sólo al empleado.
También destacamos en casos de corrupción, aunque yo defiendo que somos más ineptos que corruptos, con lo que me abstendré de calificar a España de País-record en esto.
En cuanto a endeudamiento tampoco estoy de acuerdo con ciertas críticas, pues en deuda pública estamos bien, y en deuda privada somos un desastre… ¡Pero cuidado!… sostengo que los españoles no tienen renta pero sí patrimonio. Y la vivienda no baja. A ver, que sí baja… pero mucho menos que en otros países (Estados Unidos, Irlanda, UK…).
Somos un país de enorme riqueza territorial y eso genera bruscos vaivenes económicos, de ahí estos problemas en estos momentos de crisis. En  endeudamiento tampoco voy a considerar España como  país-record. Pero somos país-record  en no tener sistema productivo ni de generación de renta. El clima y este fantástico territorio nos ha hecho ricos sin hacer nada ni darnos cuenta, y por ello, en patrimonio no andamos mal, pero hace falta un sistema productivo. Por otra parte la dación en pago sería una buena medida social que evitaría muchos desastres familiares, de por vida.
El Estado del Bienestar
En este país nos creemos que el Estado del Bienestar son la educación universal, la sanidad universal y el subsidio universal, concebidos en el modo en que se nos ofrece en España. El resultado es un tremendo despilfarro educativo, un tremendo despilfarro sanitario, y unos subsidios miserables que sólo valen para incitar a la inactividad y a la economía sumergida, es decir, un desastre… Es el Estado del Malestar.
El mejor Estado del Bienestar es aquel que remunera con salarios dignos para trabajos dignos, y en aquel lugar donde los ciudadanos disponen de servicios dignos. En España no ocurre ninguna de estas tres cosas… Absolutamente ninguna. Se trabaja en busca del subsidio, y con él compensar esa injusticia de los salarios indignos. Y lo peor… se ha generalizado la inactividad y la economía sumergida, incluso para una remuneración de prestaciones miserables. Esta es la España de la improductividad… la de los miserables.
El momento trascendental que vive el planeta.
Es una situación inédita en la historia de la humanidad. En muy pocos años se produce una drástica globalización económica y social, consecuencia de Internet, las tecnologías, los transportes y los sistemas logísticos. Hacen falta instrumentos políticos y jurídicos internacionales, pero mientras éstos no se pongan en práctica (y no tiene pinta de que ésto ocurra en pocos años) es necesario competir en este crudo escenario del mercado internacional. España, por tanto, debe exportar algo. Debe compensar su balanza de pagos. Debe poder participar en ese mercado, y para ello es necesario identificar sus sectores clave y constituir un sistema productivo.
¿Para qué queremos dar ayudas al sector del automóvil si antes o después las fábricas se van a marchar a China, India o Indonesia? ¿No es peor  la muerte lenta? ¿Para qué queremos desgastarnos pensando en que seremos capaces de fabricar chips, si nuestra cultura innovadora y nuestras condiciones de vida nada tienen que ver con las de, por ejemplo, un corredor tecnológico de la fría Escocia? A cambio tenemos enormes recursos: probablemente recursos más importantes que cualquier otro país del mundo, incluidos los petroleros.
La democracia y la indemocracia
La democracia es una libertad de elegir a quién va a dirigir el gobierno de tu país, la teoría parece bonita. Y es verdad que es mejor que una dictadura… pero en esto todavía  estamos más verdes que “un dirigible en la historia de la aviación”.
La indemocracia de algunos países, por ejemplo España, se sostiene con un triángulo maldito, y vicioso. Sus aristas son: 1) El partido político. 2) Sus medios y recursos de comunicación, que trasciende en manipulación. 3) Y el voto borreguil. ¿Vale lo mismo el voto de un analfabeto que el de un pensador o ilustrado? Estamos muy lejos de la suficiente alfabetización como para evitar ese triángulo maldito y vicioso. De todas formas vamos mejorando, pero este círculo vicioso ha corrompido algunos partidos, que han perdido el norte, los partidos importantes. Ya no ofrecen soluciones para España sino para su propio sillón. Todos hemos comprobado cómo lo importante no es gobernar el país. Lo importante para ellos es seguir manteniendo el poder… son los políticos del populismo los que conforman esta indemocracia.
La ley electoral
Aparte de la desidia que acompaña a diversos partidos (sobre todo los importantes), tenemos una Constitución y unas bases que nos limitan e incitan al despilfarro. ¿Porqué un partido político regional, con muchos menos votos que otro nacional consigue multiplicar en escaños al primero? Y no tengo nada que ver con Izquierda Unida. Si además tenemos en cuenta el efecto llave de esos partidos, pues la situación suele ser …165 escaños del PP, 165 del PSOE, y 20 pululando con llaves de gobierno y muchas ganas de chantaje.
¿El resultado? Exceso de competencias descentralizadas, exceso de funcionariado, exceso de instituciones públicas extrafuncionariables (es decir, de designación a dedo) y tremendo despilfarro e inactividad. El resultado es también de círculo vicioso. El círculo del poder. Esto puede pasar en cualquier lugar del mundo pero en España somos país-record en todo lo importante. Somos la escoria.
Aparte de la ley electoral hace falta una regulación para evitar irresponsabilidades políticas. Tenemos demasiadas instituciones y agencias públicas que sólo sirven para incrementar el poder y multiplicar el despilfarro.
España necesita un aparato productivo
…para afrontar esta globalización, que es económica, social y comercial, pero no lo es en lo jurídico ni lo político. Este es el problema. No hay regulación. Es una situación salvaje. España necesita identificarse en este escenario y definir un aparato productivo. Desde que se inició la crisis ni el partido que nos gobierna ni la oposición han mostrado inquietud alguna en este cometido.
Los recursos de España
España tiene más recursos que el petróleo de Arabia Saudí, sólo con su atractivo turístico y residencial (está calculado, y sin computar las previsiones de incremento  geométrico del turismo), pero es necesaria una orientación para competir en el mundo globalizado, la nueva situación que está cambiando el planeta como nunca lo hizo cualquier otro hito anterior… y lo hará con la máxima crueldad.
Los sectores de futuro en España con los que exportar son fácilmente identificables… el energético, las infraestructuras, biotecnología, sector agroalimentario, gastronómico, turístico… y junto a él también el urbanístico e inmobiliario ¿Porqué no también para albergar parques empresariales y tecnológicos extranjeros que, simplemente vienen a instalarse porque se vive bien en este país? No podemos olvidar que España es un paraiso climático, natural, histórico, de cultura, tradiciones y gastronomía… ¿No vendrían empresas industriales y tecnológicas en sus departamentos descentralizables ante tanto atractivo para sus empleados? Al final se fueron a Irlanda, aunque sólo porque les rebajaron los impuestos.
Por otra parte, en España no sabemos orientarnos al cliente, no sabemos lo que es el buen servicio, ni sabemos de productividad. Por no ser ya no somos ni simpáticos. Somos, en general, malos profesionales, aunque es verdad que tenemos algunos de primerísimo nivel, y deberíamos contar con ellos para  poner en marcha un sistema productivo. Debería ser el primer objetivo. Los políticos que nos gobiernan (PSOE-PP-PP-PSOE) ya han demostrado que son un desastre en todo lo económico y lo social: los resultados están ahí.
Spanish Revolution
Creo que es una gran oportunidad para definir nuevas bases en este país de los desastres. Hace falta una nueva orientación. La forma en que ha surgido la movilización es lo de menos. La pluralidad ideológica en ese movimiento hasta es una ventaja, a pesar de las pajas mentales sobre si se organiza en Sol o en Moncloa, sobre si deben prohibir o permitir. Claro que tienen miedo PSOE y el PP. Lo que hace falta es que se defina un líder o un grupo coordinador, pero es mejor que no tengan prisa. Creo que lo están haciendo bien: El primer paso es la protesta, que debe viralizarse hasta conseguir masa crítica. Después persistencia y notoriedad, no sólo nacional sino también internacional. Hoy ya sale España en la primera página del Washington Post ( http://goo.gl/MsHmk )En esto también van por buen camino, a tenor de la evolución. La última fase será poner las bases, pero como esto se realice de forma prematura sólo servirá para segregar a los grupos en función de la deología, y esa segregación podría acabar con el movimiento. Los tiempos son fundamentales.
España requiere un revulsivo y estamos a las puertas de una gran oportunidad, que se produce en ese momento crítico de la historia de la humanidad: el de esta globalización cruel y asesina, pero al tiempo que maravillosa, ya que hasta podría acabar con la pobreza en el mundo, si se sabe gestionar.
Es por ello que como las elecciones están muy próximas, las del 22, y el movimiento debería mantenerse vivo, es mejor que avance con marcha lenta, con la que permita analizar, y profundizar. Ya vendrán las ideas y la forma de concretarlas. La reflexión de estos periodos intermedios serán buenos para las bases sólidas que necesita este país. El objetivo es ahora reducir algo de peso a los grandes partidos, y ver si otros partidos evolucionan con estas ideas. En caso contrario hay tiempo para  madurar una propuesta para marzo de 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario